Los peces y las algas de los bosques submarinos del noreste Atlántico

En las grietas vivían las boquiabiertas rabosas de gruesos labios, que con expresión de  negroide insolencia te contemplaban agitando las aletas. En la penumbra de las
algas se arracimaban los erizos de mar como relucientes y marrones castañas de Indias, virando levemente sus espinas hacia el posible peligro a manera de brújulas. A
su alrededor se adherían a las rocas las anémonas, rollizas y lustrosas, moviendo los brazos con aire de danza lánguida y oriental por atrapar las quisquillas traslúcidas
que pasaban velozmente.

Gerald Durrell
Mi familia y otros animales

Usé este texto del genial Gerald Durrel en Mi familia y otros animales (1956), como prólogo al capítulo de mi tesis doctoral que ahora por fin se publica en Marine and Freshwater Research. En el artículo, analizamos las variaciones espaciales y temporales, y su relación con el hábitat, de las comunidades de peces de los bosques de algas de Galicia.

Representación del paisaje subacuático basado en los diferentes resultados del estudio mostrando los principales ambientes de los arrecifes rocosos costeros, incluyendo las especies de algas y de peces más representativas: (a) ambientes rocosos verticales, (b) ambientes rocosos horizontales y (c) ambientes arenosos. 1, Laminaria hyperborea; 2, Saccorhiza polyschides; 3, Desmarestia aculeata; 4, Halidrys siliquosa; 5, Laminaria ochroleuca; 6, Saccharina latissima; 7, Cystoseira baccata; 8, Sargassum muticum; 9, Diplodus sargus; 10, Labrus bergylta (pinto en la parte superior y maragota a continuación); 11, Labrus mixtus (macho en la parte superior y hembra en la parte inferior); 12, Serranus cabrilla; 13, Trisopterus luscus; 14, Boops boops; 15, Diplodus vulgaris; 16, Spondyliosoma cantharus; 17, Pollachius pollachius; 18, Mullus surmuletus.

 

 

 

Hay menos y son más pequeños

En el año 2007 iniciaba yo mi doctorado y escribí una entrada en este blog que ahora recupero en parte para ilustrar y conmemorar la reciente publicación de un artículo mío en la revista Fisheries Management and Ecology acerca de las tendencias temporales a largo plazo en los pesces costeros de Galicia. Escribía yo en aquel entonces sin saberlo sobre el llamado Síndrome de las Tendencias Cambiantes (Shifting Baseline Syndrom; Pauly, 1995), que describe la dificultad que tenemos para documentar los cambios operados en los ecosistemas debido a la lentitud a la que operan en relación a la escala de una vida humana. Así, las historias de abundancias pasadas que nos contaba nuestro abuelo el pescador caen en el olvido, como lágrimas en la lluvia, si no se documentan apropiadamente.

(…) parece que las historias de nuestro abuelo el pescador son ciertas, quizás convendría hacerle caso y pararnos a pensar un momento acerca de hacia donde nos conduce la actual explotación que la humanidad realiza de los recursos marinos y la acelerada destrucción de los hábitats oceánicos a la que todos estamos contribuyendo. Los resultados finales de esta investigación favorecerán el esclarecimiento de estas y otras cuestiones y ojalá puedan contribuir a que los bisnietos de nuestro abuelo puedan disfrutar como nosotros de las maravillas que ofrecen los océanos del planeta.

Precisamente el archivo de campeonatos submarinos de la Federación Galega de Actividades Subacuáticas (fui responsable de su Departamento de Biología durante unos años), me ha permitido establecer que nuestros peces costeros son casi un 80% más escasos que hace 50 años. Además, los que quedan son un 80% menores que en 1950. Los ecosistemas costeros actuales son meras sombras proyectadas sobre las paredes de la caverna de nuestra ignorancia.

Pita_2014 Hidden collapse coastal fish community Galicia

 

Dime lo que comes y te diré lo que eres

Este es el panel que enviamos a la organización del XVI Foro dos Recursos Mariños e da Acuicultura das Rías Galegas, celebrado en la Illa da Toxa, Pontevedra, el 10 y 11 de octubre de 2013.

Nivel trófico y hábitos alimentarios de las comunidades de peces de los arrecifes rocosos de Galicia (NO España)

Y este es el resumen de la comunicación:

Se ha estudiado la ecología alimentaria de la comunidad de peces de los arrecifes rocosos de Galicia mediante el análisis de contenidos estomacales y de las relaciones de δ13C y δ15N de 5 especies de peces. Los valores de δ15N se emplearon después para estimar el nivel trófico de las especies. En general los peces evidenciaron hábitos carnívoros, pero explotaron diferentes recursos: Conger conger (Linnaeus, 1758) y Diplodus sargus (Linnaeus, 1758) se alimentaron de organismos bentónicos y Chelon labrosus (Risso, 1827) de pelágicos, mientras que Dicentrarchus labrax (Linnaeus, 1758) y Labrus bergylta (Ascanius, 1767) fueron menos selectivos. La longitud de la cadena trófica estimada (C. conger NT=3.2) indica que las especies de peces estudiadas representan una parte significativa de esta red trófica costera. En estos ecosistemas, C. conger and D. labrax actúan como súper-depredadores, mientras que C. labrosus, en el otro extremo de la red trófica (NT= 2.4), tiende a ser omnívoro.

Con mi pensamiento sigo el movimiento de los peces bajo el agua

O al menos esto es lo que cantaba la estatua del jardín botánico de Santiago Auserón, en aquel memorable sencillo de Radio Futura (1981).

La estatua del jardín botánico de Radio Futura en You Tube

Y también es lo que hicimos para estudiar a distancia los movimientos de lubinas, maragotas y congrios y después publicar nuestros resultados en la revista Scientia Marina (aquí toda la historia, y aquí y aquí y aquí y aquí).

 

En la figura se muestran los movimientos de algunos de los peces seguidos mediante telemetría manual.

El artículo (que forma parte de mi tesis doctoral) se publica en el próximo número de Scientia Marina y se resume en un párrafo:

Labrus bergylta, Dicentrarchus labrax y Conger conger son depredadores habituales de los ecosistemas costeros del Noreste Atlántico que en este trabajo se estudian por vez primera mediante telemetría ultrasónica en el medio natural. Se demostró la viabilidad del uso de esta tecnología con estas especies y la información sobre sus movimientos se usó para obtener resultados preliminares a corto plazo acerca de la fidelidad al hábitat, la temporalidad diaria de la actividad y el tamaño del área vital. Se emplearon complementariamente dos métodos de telemetría: seguimiento manual y automático en un tramo de costa caracterizado por su elevado grado de exposición al oleaje (A Coruña, NW Spain). Los C. conger permanecieron en el área durante los períodos más largos (17 días), abandonando periódicamente sus refugios al atardecer o durante las noches para buscar alimento. El tamaño de su área vital fue muy pequeño (604 m2). Los L. bergylta no fueron detectados en los receptores automáticos, pero el tamaño de su área vital (entre 2874 y 5184 m2), evidencia un elevado grado de sedentarismo y movimientos muy limitados. Por el contrario, los D. labrax abandonaron el área durante los intervalos más prolongados (9 días), detectándose igualmente durante el día o la noche. Su área vital fue la de mayor tamaño (hasta 26396 m2), evidenciándose un comportamiento espacial complejo y a gran escala.

 

 

El nacimiento de un signo

30 metros de profundidad y la visibilidad apenas es de 2 metros. El agua está tan nublada y fría como el día en Cedeira (A Coruña). El fondo es arenoso, pero grandes masas de rocas se insinúan en la penumbra. Me centro en los controles de mi cámara de vídeo mientras Sara, mi compañera de inmersión, se prepara para tomar una muestra del fondo.

Un súbito golpe sobre mi cabeza me aturde durante un instante. Desorientado y un poco asustado, noto un potente zumbido que me hace temer que una embarcación esté pasando sobre mi cabeza. Rozándome. ¡Pero no es posible a 30 metros!.

Me agacho instintivamente y miro hacia arriba para descubrir espantado que un enorme pez torpedo nada sobre mi cabeza y se pierde entre las sombras. Todo ha sido tan rápido que no he tenido tiempo de filmar al animal.

Miro a Sara y me asusto aun más. Parece sufrir un ataque epiléptico. Pero no, trata de decirme algo. Los signos no son claros. No entiendo -gesticulo-. Cálmate, más despacio -le señalo-.

¡El torpedo me ha golpeado en los labios, me ha soltado una descarga y después se ha ido a por tí !-logro entender al fin. Pero a mi no me ha freído la cabeza, como sería de esperar. Imagino que porque estaba ya medio descargado después de dormirle la boca a Sara y mi capucha de neopreno me ha protegido (o porque la tengo hueca, como dice mi madre). Sólo el susto y ese extraño zumbido crepitante dentro de mi cabeza.

Pero, ¡por qué no me has avisado!.

Pues ¡porque no me dio tiempo!. Y además, no hay signos de buceo para: ¡cuidado, que hay un pez torpedo, que ataca la boca y la cabeza!.

Los ojos y espiráculos de un pez torpedo o tembladera (Torpedo marmorata). Estos simpáticos animalitos pueden descargar hasta 220 voltios y 1 amperio.

Pero no era la primera vez que evaluaba la potencia eléctrica de estos peces. Todo aquello me hizo recordar las entrañables descargas de un gigantesco pez torpedo que teníamos que alimentar a mano y buceando en el Aquarium Finisterrae. Llegaban hasta el hombro pese al neopreno. Aunque aquel animal comía pescado troceado, no podía evitar descargar su electricidad antes de comer. Y todo porque a los simpáticos jefes de los que entonces disfrutaba se empeñaban en mantenerlo en exhibición; pese a que estos peces se entierran en la arena y son imposibles de ver por los visitantes.

Detalle de la cola del animal. En realidad recuerda mucho a una sartén (eléctrica).

Pues bien, propongo un nuevo signo con el significado de Pez Torpedo. Puede usarse conjuntamente con el de peligro (puño cerrado dirigido hacia el peligro), con el de problemas en (mano horizontal y oscilando de lado a lado) e indicando por último el objetivo del ataque del condenado bicho.

Signo de buceo propuesto para pez torpedo. La oscilación debe de ser rápida.