Acabo de publicar, junto con un equipo internacional de investigadores, un capítulo en el libro Understanding Recreational Fishers centrado en el análisis de contenido cuantitativo y cualitativo de textos e imágenes, con aplicación directa a la investigación en pesca recreativa.
Nubes de palabras (a) creadas con el texto del capítulo (a la izquierda con texto original, después de lematización y truncado a la derecha), dendrograma de agrupamiento (b) con las relaciones de las palabras más frecuentes y análisis de sentimientos (c) con el porcentaje de palabras asociadas con diferentes emociones.
En el capítulo, titulado Quantitative and Qualitative Content Analysis of Text and Images, presentamos herramientas metodológicas para trabajar con información procedente de documentos, entrevistas, redes sociales y material visual, con el objetivo de identificar patrones, discursos y tendencias que ayuden a comprender mejor la dimensión humana de la pesca recreativa como soporte fundamental para la gestión de los recursos.
A partir de 2026, la Unión Europea exigirá a los pescadores recreativos registrar y reportar electrónicamente sus capturas. Este cambio normativo supone un reto importante para la gestión sostenible de las pesquerías recreativas y requiere estrategias de comunicación efectivas que fomenten la participación de los pescadores.
Un estudio internacional que acabamos de publicar ofrece recomendaciones para mejorar la comunicación científica y la implicación de los pescadores. Publicado en la revista Frontiers in Marine Science, el trabajo enfatiza la importancia de adaptar los mensajes y seleccionar las herramientas adecuadas para llegar a los distintos públicos involucrados.
Entre las estrategias clave, se destaca la creación de consorcios integrados por diversas partes interesadas, que garanticen una comunicación conjunta eficaz entre investigadores, gestores y pescadores. Estos consorcios promueven la transparencia, la co-creación de contenidos y la sostenibilidad a largo plazo.
El estudio también recomienda que los datos compartidos por los pescadores se transformen en información accesible y transparente para mejorar la recolección de datos pesqueros. Asimismo, sugiere formalizar acuerdos entre investigadores y pescadores recreativos para fortalecer la confianza y la colaboración, acompañados de reuniones presenciales regulares que fomenten relaciones estables y duraderas.
En cuanto a la sensibilización ambiental, los expertos aconsejan campañas interdisciplinarias, creativas y culturalmente adaptadas que involucren a la comunidad a través de arte, ciencia y actividades interactivas, facilitando un compromiso más profundo y duradero.
El uso estratégico de canales de comunicación es otro aspecto esencial: los pescadores recreativos se conectan principalmente a través de redes sociales informales como Facebook, Instagram o WhatsApp; los gestores y políticos prefieren plataformas como X (Twitter) y podcasts; y los investigadores utilizan LinkedIn o ResearchGate. Una combinación adaptada de estos medios maximiza el alcance y la efectividad de los mensajes.
Estas recomendaciones son fundamentales para enfrentar el desafío que implica la implementación del nuevo reglamento europeo, facilitando la construcción de confianza, promoviendo la participación y garantizando el éxito de las nuevas medidas de gestión pesquera.
Acabamos de publicar en Fisheries Research un artículo sobre la recolección de gusanos para ser usados como cebo de pesca recreativa.
En el artículo, concluimos que en Galicia la pesca comercial de poliquetos ha aumentado su importancia en comparación con otras pesquerías tradicionales en los últimos años, tanto en términos de capturas como de beneficios económicos. Las estadísticas oficiales evidencian que Scoletoma laurentiana, Diopatra neapolitana, Arenicola marina y Hediste diversicolor son las especies comercializadas como cebo para la pesca recreativa. Mediante una encuesta a pescadores recreativos, descubrimos que el 17% recolecta sus propios poliquetos, pero la mayoría también los compra. Estimamos que la recolección propia es aproximadamente ocho veces mayor que la comercial para las principales especies. Realizamos también entrevistas con diversos actores clave, incluyendo científicos, gestores, pescadores comerciales, pescadores recreativos y vendedores, que revelaron aspectos tanto positivos como negativos de estas pesquerías de poliquetos. Los desafíos incluyen la falta de estudios biológicos y ecológicos sobre las especies explotadas y la necesidad de desarrollar métodos fiables para evaluar sus poblaciones. Además, es crucial obtener más información sobre las cadenas de valor de los poliquetos locales e importados. Abordar estos problemas contribuirá al desarrollo de una recolección más sostenible de poliquetos, lo que beneficiará tanto al medioambiente como a las economías locales y globales.
Poliqueteiros en proceso de recolección de (a) gavilán (Scoletoma laurentiana) y (b) miñoca de tubo (Diopatra neapolitana). Los recolectores emplean diferentes herramientas, como palancas para voltear piedras (a) y botellas con agua y sal (b).
La pesca marítima recreativa es una actividad social y económicamente relevante en Europa. Sin embargo, sus impactos en los ecosistemas y la economía están poco estudiados, y su gestión es limitada.
En un estudio reciente que hemos publicado en la revista ICES Journal of Marine Science revelamos que la Política Pesquera Común de la Unión Europea no reconoce explícitamente a la pesca marítima recreativa, ya que está diseñada principalmente para la pesca comercial. Esto ha dejado a la pesca recreativa desatendida y mal gestionada dentro del marco actual.
Principales recomendaciones que realizamos en el estudio:
Reconocimiento en la políticapesquera común: Incluir la pesca marítima recreativa como un sector distinto con objetivos, valores y dinámicas propias.
Participación de actores clave: Incorporar a las organizaciones de pescadores recreativos en los grupos asesores sobre pesca, conservación marina y uso del espacio marítimo.
Fomento de la sostenibilidad: Promover prácticas de pesca sostenible en todos los sectores.
Mejor gestión de datos: Ampliar la recopilación de datos y la comunicación para respaldar una gobernanza más efectiva.
Reconociendo y gestionando adecuadamente la pesca marítima recreativa, Europa puede maximizar sus beneficios sociales y económicos mientras protege los ecosistemas marinos y asegura la sostenibilidad de las pesquerías.
Los ecosistemas marinos y costeros son esenciales para la vida en la Tierra, proporcionando servicios ecosistémicos marinos (SEM) cruciales para el bienestar humano y la prosperidad económica. Sin embargo, enfrentan una creciente degradación debido a actividades humanas. En este estudio, publicado en la revista Ecology and Society, analizamos el papel de tres Áreas Marinas Protegidas (AMPs) españolas (el Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia, la Reserva Marina de Interés Pesquero de Os Miñarzos y el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar) en la provisión de SEM y sus impactos en el bienestar humano. A través de literatura científica, prensa y análisis de conflictos entre sectores como el turismo y la pesca, concluimos que las AMPs generan beneficios significativos como seguridad alimentaria, crecimiento económico y empleo, aunque también surgen tensiones por las políticas de conservación y el uso de recursos. El nivel de protección, la gobernanza y la cercanía a centros de población son factores clave. Estrategias como la co-gestión y el ecoturismo pueden optimizar los beneficios y reducir conflictos, ofreciendo enseñanzas valiosas para la conservación marina y el diseño efectivo de redes de AMPs.
Mapa de la Reserva Marina de Interés Pesquero de Os Miñarzos y del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia en Galicia (arriba izquierda e abajo izquierda, respectivamente), y del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar en Andalucía (abajo derecha).Paisajes marinos del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia (A), de la Reserva Marina de Interés Pesquero de Os Miñarzos (B), y del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar (C).