La mordiente del mar

El como-se-hizo de un documental que ilustra el trabajo diario de los percebeiros de Cedeira y que sin duda va a justificar el elevado precio que alcanza este marisco.

El pescador jubilado que asegura que jamás se ha puesto enfermo, para a continuación afirmar que se ha embarcado con la gripe, no tiene desperdicio.

 

HELIFILM Making Off SEA BITES. from Helifilm on Vimeo.

¿Por qué seguimos comiendo atún rojo del Atlántico?

Si es que nos lo vamos a cargar… tal y como comentan esta semana en Seamonster. También piden que nos unamos al boicot.

 

 

Join 25,000 other people that have pledged to stop eating endangered Atlantic bluefin tuna.  We are hunting this incredible fish to extinction, regional management is not working, the industry is corrupt and market forces are against us.  So why not just reduce demand? Go here to take the pledge and to see who else has joined the movement.  And see all of our coverage of Atlantic bluefin tuna here including Why are we still eating bluefin tuna? and Bluefin land on the red list.

Que pezado!

El Gobierno Australiano se plantea proteger una inmensa área marítima en el Mar del Coral.  El área marina protegida sería la mayor del mundo.

Fotografía tomada desde la ISS de la gran barrera de coral que da su nombre al mar del Coral (Tomado de wikipedia).

Este pez parlante nos cuenta la historia:

You Bet Your Wrasse – TVC – Coral Sea Campaign 2009 from Protect Our Coral Sea on Vimeo.

 

El esfuerzo de los gallegos

Hace unos días La Voz de Galicia publicaba una noticia titulada: Dos gallegos reciben 500 dólares cada uno por recuperar peces marcados. En el texto se informaba de que por segundo año consecutivo la lotería de la Iccat recompensó a dos tripulantes de pesqueros gallegos en el apartado de marlines y tiburones.

En la versión impresa del artículo, se informaba además de la identidad de los peces que fueron recuperados, una aguja blanca que fue marcada por pescadores de EEUU y estuvo en libertad 817 días y un marrajo, que nadó libremente durante 236 días después de ser liberado.

Esto es: ¡la aguja fue recapturada al cabo de 2 años y el marrajo no llegó a 1 año!. Parece mentira, con lo grande que es el mar. El esfuerzo ejercido por la flota pesquera mundial es de una magnitud ciertamente considerable.